El otro día iba en coche con mi madre, a altas horas de la madrugada después de estar descargando muebles en una casa. Íbamos las dos cansandas, escuchando la radio para no dormirnos del todo. Era uno de esos programas patéticos donde la gente llama para contar sus dramas amorosos. Y resulta que había llamado una mujer que estaba acostándose con su jefe, que era casado. Y en una de estas mi madre suelta:
-Yo eso sí que no lo voy a entender nunca. Las mujeres que se dejan a usar por tipos que están con otras.
Yo desvié rápidamente mi vista hacia el otro lado de la ventana, con miedo a que ella pudiera leerme los ojos. Yo estoy, más o menos, en esa situación. Si bien es cierto que no de manera tan exagerada, pero algo parecido sí que es.
Por poco abría mi boca y le decía que esas mujeres se dejaban usar porque estaban enamoradas, pero preferí callar. Porque en el fondo mio sé que todo tiene un límite. Sé que si alguien te quiere solo para "un poco de aventura" y nada más, es que no te merece. Y en cualquier otro momento mi yo de antes le habría dado la razón a mi madre sin pensarlo, y tampoco lo comprendería.
Por poco abría mi boca y le decía que esas mujeres se dejaban usar porque estaban enamoradas, pero preferí callar. Porque en el fondo mio sé que todo tiene un límite. Sé que si alguien te quiere solo para "un poco de aventura" y nada más, es que no te merece. Y en cualquier otro momento mi yo de antes le habría dado la razón a mi madre sin pensarlo, y tampoco lo comprendería.
No sé qué me pasa ahora...
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