Tengo que decirle adiós, sé que tengo que hacerlo. Pero en mi interior lucho contra mí misma e intento retrasar ese momento inventandome cualquier excusa estúpida. Me convenzo a mí misma de que no está mal lo que estoy (estamos) haciendo. Al fin y al cabo, la vida es una sola y hay que aprovecharla. Y a veces hay que olvidar lo que dice la sociedad sobre lo que debes o no debes hacer, sobre qué es lo correcto y que no lo es.
Me convenzo tanto con eso, a veces, que olvido que estoy haciendo daño a otra persona. Y es cuando pienso en esa tercera persona de nuestro círculo (que estaba antes que yo) cuando siento que estoy actuando equivocadamente.
La vida no siempre pueden ser impulsos, supongo. No solo hay que dejarse guiar por la pasión, porque esta nos nubla la vista y terminaremos cayendo de nuestra nube y estallándonos contra el suelo. Es una pena que no sea así. Porque amo esta sensación.
1 comentarios:
esta buenisimo el blog
mira el mio y decime que te parece
dale?
bsos!
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