Le dije que él sería lo que más recordaría de este verano del 2009. ¿Lo que me dijo? Fue un "¿por qué?" con aire de desconcierto.
¿De veras que no lo sabes? Antes de conocerte mi vida era una línea recta. Demasiado tranquila, monótona, aburrida. Tu llegada a mí fue como un despertar, un volver a nacer. Me aportaste emoción. Convertiste esa línea en otra línea con subidas y bajadas, me pusiste obstáculos que saltar, trampas que esquivar. Me enseñaste a quererme a mí misma, me hacías sentirme querida y deseada como nunca. El conocerte fue como si me pegaran una bofetada en la cara y me dijeran ¡VIVE!. Tú me dijiste una vez que hiciera todo aquello que sintiera, que no piense porque luego me arrepentiría. Y luego me besaste, sin importarte que tuvieras novia.
Me aportaste pasión, que era todo lo que me faltaba en esta vida. Por eso te recordaré como lo mejor que me ha pasado este verano del 2009.
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