Hoy tuve una de esas charlas con mi madre, en el coche. A veces siento que me gustaría viajar toda la vida a su lado, solo por escuchar sus palabras. Es increíble todo lo que me enseñan. Y es curioso, porque mi "odio" hacia ella ha desaparecido.
Por aquel momento, en el que volvió a ser ella misma. Y dios, lo echa de menos.
Simplemente a veces hay cosas que nos ciegan...
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