sábado, 14 de mayo de 2011

Puerta cerrada

Soy como una puerta cerrada. O eso digo yo. Pero en el fondo sé la verdad: no soy una puerta cerrada. Soy una chica que desde el otro lado sostiene el picaporte con todas sus fuerzas, asustada por si alguien llega a entrar. "Si entra, saldrá algún día", me digo. Y yo sé (lo sé muy bien) lo difícil que es adiós, lo mucho que duele. Y yo no quiero sufrir. Asi que, desde mi rinconcito sujeto el picaporte de la puerta con mucha fuerza, a veces consciente, otras, sin quererlo. Es más, a veces, intento dejar que alguien cruce... entonces relajo mis manos, suelto el picaporte y me aparto unos cuantos metros. Pero siempre me olvido que el cerrojo está puesto, y entonces, la gente no puede pasar.
Lo peor de todo es que este rinconcito ya rebosa de soledad y el problema sé que soy yo, que soy una puerta cerrada a consciencia... pero una parte de mí sabe por qué es: porque no tengo la llave para abrirla, la perdí, creo que él se la llevó al marchar, quizás sin quererlo, quizás se la pasé yo en el último beso de despedida, quizás se la llevó el viento al igual que se llevó todas nuestras promesas y nuestros planes, quizás esté tirada en algún lugar del mundo y quizás en algún lugar del mundo alguien la encuentre, quizás no, quizás quedaron en tus labios y a menos que vuelvas seguiré siendo una maldita puerta cerrada.

1 comentarios:

Arcoiris del mundo dijo...

OH QUE LINDAAAAAAAA >.< de verdad!!!!! :) te sigo divina ! :D

LOOVE ME FOR ME